El Profeta fiel

Daniel quiere decir “Dios es mi juez”. Mediante Daniel Dios reveló más que por ningún otro profeta antes de él las cosas escondidas del futuro. Siendo de unos 16 años, Daniel fue llevado de Jerusalén a babilonia en el primer grupo de cautivos. Aunque era cautivo, se levantó para ser primer ministro de Babilonia. Era un hombre de fe, oración y valor. El no se oponía a Dios ni a Sus mandamientos.

Daniel vivió hasta los 90 años. Vio el reino de babilonia caer y el establecimiento de los medos y persas. El ocupó altas posiciones bajo los reyes Nabucodonosor, Belsasar, Darío y Ciro.


Bosquejo

Capítulo 1- Cuando Nabucodonosor conquistó a Jerusalén, ordenó que llevaran a Babilonia a los jóvenes más sabios. Daniel y sus amigos estaban en este grupo.
Ellos fueron entrenados para servir en el palacio del rey. Se les dio alimento que no fue preparado de acuerdo a las leyes de Dios. Parte del cual era ofrecido a ídolos.

Daniel y sus amigos no quisieron comer ese alimento. Ellos insistieron en comer agua y vegetales. Cuando vino el tiempo de aparecer delante del rey, ellos estaban más saludables que los otros jóvenes.

Capitulo 2- El rey tuvo un sueño extraño. El demandó que sus hombres sabios le dijeran lo que había soñado y el significado. Pero ellos no pudieron hacer esto. Dios le mostró a Daniel el significado de su sueño.
El sueño era acerca de una enorme estatua que fue demolida. Esto era una figura del futuro del reino de Nabucodonosor. Porque Daniel explicó el sueño, le fue dada una posición importante en el gobierno.


Capitulo 3- El rey decidió construir una estatua de oro de sí mismo. ¡Todo el mundo tenía que arrodillase ante la estatua o lo mataban! Los tres amigos de Daniel no adoraron la estatua y fueron echados dentro de un horno de fuego para ser quemados vivos. Dios protegió a los hombres de el horno.
El rey admitió que no había otro dios que pudiera hacer eso. El rey le dio a los tres amigos de Daniel posiciones importantes en su reino.

Capitulo 4- El rey tuvo otro sueño. Daniel explicó que el rey se iba a enfermar de su mente y actuar como un animal. Al final de su enfermedad, el rey entendió el poder de Dios y lo adoró.

Capítulo 5- Belsasar, el nuevo rey, celebrar una fiesta. Apareció una mano misteriosa que escribía en la pared. Solo Daniel supo el significado. Daniel advirtió a Belsasar que un enemigo pronto tomaría su reino. Aquella misma noche Belsasar fue muerto. Darío de Persia tomó Babilonia.


Capítulo 6- Daniel trabajó duro para el nuevo reino. El llegó a ser una persona muy importante. Lo que estaban celosos de Daniel trataron de meterlo en problemas.
Se puso una ley que ordenaba que todo el pueblo orara sólo al rey. Daniel siguió orando a Dios. ¡Daniel fue arrestado y echado en un foso de leones!
El rey estaba muy triste por haber hecho la ley. Temprano en la mañana siguiente, fue a ver qué le había pasado a Daniel. Daniel había sido protegido por Dios.
Se hizo una nueva ley que todo el mundo tenia que adorar al Dios poderoso de Daniel.
Capitulo 7-12- A Daniel, como a Ezequiel, le fue mostrado el futuro en escenas llamadas visiones. El vio el final de los enemigos de Israel, y el final de otras naciones que aún no existían. Muchos de los eventos que Daniel predijo ocurrieron durante su vida. Después que Daniel murió. Más de estos eventos sucedieron. Estas son cosas que leemos en nuestro libros de historia. Algunas de las visiones de Daniel todavía no han sucedido. Podemos estar seguros que el resto de las profecías de Daniel también se van a cumplir.


Como dato curioso
Tres profetas estaban dando los mensajes de Dios en este tiempo: Daniel, Ezequiel y Jeremías. Daniel y Ezequiel tenían más o menos la misma edad. Daniel fue llevado de Jerusalén a Babilonia en el primer grupo de cautivos; Ezequiel, en el segundo. Daniel pasó su vida en el palacio en babilonia y tomó parte en el gobierno. Ezequiel pasó su vida dando mensajes de Dios a los cautivos en Babilonia.
Jeremías era mayor que Daniel y Ezequiel. El se quedó en Jerusalén, dando los mensajes de Dios al grupo pequeño de personas a las que el rey había permitido quedarse en Jerusalén.

Texto clave
He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librara. Y si no, sepas oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Daniel 3:17