domingo, 19 de septiembre de 2010

Semana del 20 al 25 de Septiembre 2010

Esta semana meditaremos en Gálatas 6: 1-10. Esperamos que recibas enseñanzas para tu vida y sobre todo que las pongas en práctica. Pide ayuda al Señor para que te de sabiduría y entendimiento para comprender su Palabra. Recuerda compartir en este espacio tus comentarios y el sábado en tu grupo de Devocional. No olvides hacer el reto para esta semana.

El pasaje a estudiar se divide de la siguiente manera:

Lunes: Gálatas 6: 1-3
Orar por: Miri, David S.

Martes: Gálatas 6: 4-5
Orar por: Débora, Job

Miércoles: Gálatas 6: 6
Orar por: Andrea, Isabel

Jueves: Gálatas 6: 7-8
Orar por: Viridiana, Obed

Viernes: Gálatas 6: 9-10
Orar por: Nayeli, Israel

La cita para este sábado 26 de Septiembre es a las 3:30 pm con motivo de los ensayos del Coro para el programa de Navidad. Recuerda estudiar la lección 12 del librito "Acuérdate, no olvides" y repasar los 12 textos de la memorización para el examen.

Que el Señor llene de bendiciones tu vida esta semana!

3 comentarios:

wendy dijo...

A veces nuestras cargas son muy pesadas y primero que nada las debemos llevar a nuestro Señor que nos dijo: "Venid a mí todos los que están trabajados y cargados y yo os haré descansar" Pero también podemos acudir a nuestros hermanos en Cristo para que nos ayuden a llevar nuestras cargas: Su apoyo, su ayuda, su oración, su amor.
Pero la verdad es que a veces no lo hacemos y llevamos nuestra carga solos, pensemos en alguna persona, un hermano en la fe y espiritual al que le tengamos confianza para acudir cuando lo necesitemos.

jonathan dijo...

Dediquemos un momento de cada día para sembrar para el Espíritu, esto es, teniendo un tiempo a solas con el Señor en oración, estudiando su Palabra, aprendiendo un versículo, haciendo nuestro devocional, etc. " mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos"

Cynthia dijo...

La ley de la siembra y la cocecha...aveces se lo atribuimos a los no creyentes y decimos así le ha de ir, pero que de el creyente, de igual forma existen hijos de Dios que siembran para la carne y otros que siembran para el Espíritu.

Una cosa es verdad, parte de las consecuencias de esa siembra o bien de la siega, es en vida, aquí en la tierra pero lo verdaderamente tremendo será en nuestra vida eterna. Si es que hayamos sembrado para la carne, que tremendo estar delante de tu Señor avergonzado por dicho fruto egoista, y mezquino.
Pero si tu siembra fué en el espíritu, que dicha tan grande poder entregarle a tu Salvador los frutos de tu cocecha y saber que él se siente complacido con tu trabajo.

Así que depende de lo que tu quieras, pues es tiempo de sembrar.