domingo, 4 de abril de 2010

Domingo de Resurrección

El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.
De pronto, hubo un gran temblor; un ángel de Dios bajó del cielo, movió la piedra que cerraba la tumba, y se sentó sobre ella. El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Al verlo, los guardias se asustaron tanto que empezaron a temblar y se quedaron como muertos. El ángel les dijo a las mujeres:
"No se asusten. Yo sé que están buscando a Jesús, el que murió en la cruz. No está aquí; volvió a vivir, como lo había anunciado. Vengan, vean el lugar donde habían puesto su cuerpo. Y ahora vayan de inmediato a contarles a sus discípulos que él ya resucitó, y que va a Galilea para llegar antes que ellos. Allí podrán verlo. Este es el mensaje que les doy".
Las mujeres se asustaron mucho, pero también se pusieron muy alegres; y en seguida corrieron a dar la noticia a los discípulos. En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo: "No tengan miedo. Corran a avisarles a mis discípulos, para que vayan a Galilea; allí me verán". Mateo 28: 1-10 (BLS)

3 comentarios:

wendy dijo...

"Bienaventurados los que no vieron, y creyeron" Juan 20:29

wendy dijo...

"Bienaventurados los que no vieron y creyeron" Juan 20:29

Iván dijo...

cuando apareció el ángel a los guardas del sepulcro, dice que tuvieron temor y quedaron como muertos.
Cuando las mujeres vieron al ángel también temieron; pero el ángel les dijo que ellas no deberían temer.

Me llama la atención que ángel a unos (los soldados) no les dijo nada, pero a las mujeres si les dijo que ellas no deberían temer.

Una aplicación:
los soldados serían los incrédulos, ellos si deben temer porque serán juzgados por Dios y morirán.
Pero los creyentes no deben temer, es cierto que Dios es Justo, Puro, Santo; pero por medio de Jesucristo nos podemos acercar a Dios confiadamente sabiendo que nos va a aceptar.

Cristo murió, resucitó y vive para Dios; de igual manera nosotros así somos en Cristo.
"Pues si vivimos, para Dios vivimos".
Amén.